La Comunidad gitana se caracteriza por estar constituida por una población muy joven. En torno al 40 % es menor de 16 años, característica que la potencia para el desarrollo y el afianzamiento de un futuro mejor. Desde esta óptica, dinamizar la participación social de la juventud es una tarea imprescindible y prioritaria para facilitar el proceso de incorporación social en el que se encuentra la comunidad gitana.
Esta tarea, difícil por la situación de exclusión y de rechazo de la cual partimos, viene acompañada de forma paralela de un fuerte proceso de integración y de trabajo por parte de la juventud gitana, que tiene como reto redefinir su identidad cultural, de manera que sea compatible con los valores, derechos y obligaciones que marcan la manera de ser ciudadanos hoy en nuestra sociedad.